jueves, 12 de febrero de 2009

A propósito de Simone Weil.


En estos días se va a celebrar el centenario del nacimiento de esta insigne pensadora francesa que ha iluminado la primera mitad del siglo XX. Por el gran respeto y cariño que tengo hacia ella me atrevo a expresar los siguientes comentarios.

Ella en su intrahistoria evoluciona desde un juvenil ateismo intelectual y un socialismo militante hacia un catolicismo exuberante en su madurez.
  • Ella es atea en su juventud debido al terrible trauma padecido por ella y su familia en la primera guerra mundial “Una desgracia demasiado grande coloca al hombre por debajo de la piedad, por culpa del disgusto, del horror, y el desprecio”. Fragmento de "La gravedad y la gracia"
En la medida en que ella entiende que las leyes que rigen el universo y la naturaleza son indiferentes con respecto a la bondad que pueda otorgar o recibir el ser humano inmerso en la mundaneidad del mundo.
  • Considera que cualquier revolución que transforme la sociedad, moviendo únicamente las cualidades naturales del ser humano, tenderá a producir organismos e instituciones sociales cuyos productos serán indiferentes a los posibles beneficios que se pretendan aportar a la nueva sociedad. “El hombre quisiera ser egoísta y no puede. El egoísmo es el carácter más notable de su miseria y la fuente de su grandeza.” Fragmento de "La gravedad y la gracia".

Así pues toda modificación social ha de venir de un reformismo prudente que evite la imaginación de estados futuros perfectos y que tome sus decisiones en base a la experiencia personal y a la experiencia de la historia. “Cuando se realiza el mal, no se le conoce, porque el mal huye de la luz”. Fragmento de "La gravedad y la gracia".

  • Imaginar estados sociales utópicos, perfectos, a futuro, es una actividad sumamente placentera y proviene de las mas altas cimas de la actividad natural biológica neuronal, por lo que es evidente que las conclusiones imaginativas serán indiferentes con respecto a la extrema bondad que necesita recibir el ser humano en cualquier transformación social, tal es el caso de la revolución Bolchevique o la transformación Nazi.
  • Imaginar estados sociales utópicos, perfectos, a futuro, es una actividad que produce frutos imperfectos puesto que el ser humano imaginante es imperfecto, siendo sus proyectos imaginados imperfectos y toda modificación social imperfecta es ingrata y dañina para los individuos que la reciben, tal es el caso de las modificaciones impuestas por los ilustrados al pueblo sin contar con el pueblo.

Planear nuevos procesos e instituciones sociales sin tener experiencia histórica de los sufrimientos que padecen los seres a los que se pretende beneficiar es estéril efímero y quimérico.“Ella” que ya es suma conocedora de Grecia y Roma se enfrenta con el mundo Babilonio, con el Egipcio con el mundo Indoario por lo que aprende sánscrito y concluye que es mejor dejar que los pueblos expresen sus peculiares culturas para tomar ejemplo de sus experiencias y aplicarlas una vez que se han demostrado eficaces en la práctica.

Proyectar nuevos procesos e instituciones sociales sin tener experiencia vivencial e histórica de los sufrimientos que padecen los seres a los que se pretende beneficiar, es pura vanidad imaginativa, por eso “Ella” a lo largo de toda su vida bebió y apuró el vaso de todos los sufrimientos de los marginados.

  • Fue alumna con sus alumnas.
  • Fue trabajadora industrial sometida a la esclavitud de las maquinas, al bajo salario, a la precariedad de su empleo y a sufrir el despido en las empresas Alshton y Renault.
  • Fue obrera rural en una explotación vitivinícola.
  • Fue miliciana y conoció la gratuidad de la crueldad de la guerra civil española.
  • Fue exiliada de su querida Marsella viviendo como emigrante en Londres donde murió sin poder habitar la tierra prometida de la Francia Libre.
  • Y padeció durante toda su vida las continuas migrañas que desarreglaron sus sistema digestivo, lo cual junto con la severa pena del ostracismo la condujeron a una terrible tuberculosis que la medicina de la época no pudo atajar. “No podrías haber nacido en mejor época que ésta, en que todo se ha perdido.” Fragmento de "La gravedad y la gracia".

Si cada ser actúa de acuerdo con lo que es y las leyes de la naturaleza son indiferentes y no tienen nigún fin teleológico con respecto al bien o al mal, entonces la tendencia humana hacia el bien y evitar al mal, es un regalo proporcionado por Dios, y de esa manera así el demuestra su existencia real mas allá de la existencia natural.

La mayoría de las cosas valiosas que recibe el individuo a lo largo de su vida no provienen directamente de sus méritos, la amistad, la comprensión, la emulación, la colaboración son dádivas bondadosas inmerecidas y tienen que proceder inevitablemente de un mundo innatural que no está sometido a la rigidez de conseguir méritos existenciales para seguir sobreviviendo. “El hombre no escapa a las leyes de este mundo sino por la duración de un relámpago. Instantes de tregua, de contemplación, de intuición pura, de vacío mental, de aceptación del vacío moral. Sólo por esos instantes es capaz de lo sobrenatural”. Fragmento de "La gravedad y la gracia".

  • La evidencia inducida de que “Ella es capaz de cometer todas las maldades del mundo” muestra que de forma ineludible todos los regalos valiosos que en su vida ha recibido provienen gratuitamente de Dios.
  • Dios actúa como ser extranatural cuya existencia está más allá del universo natural.
  • Dios en su modo de actuar con los humanos está mas allá del comercio de los méritos.
  • Dios en su modo de relacionarse con los individuos es la máxima generosidad de la gratuidad en el regalo de sus bondades y mercedes y ese proceso es llamado Gracia.
  • La Gracia es un fenómeno que muestra la presencia y existencia de Dios en el mundo natural. “Todos los movimientos "naturales" del alma están regidos por leyes análogas a la gravedad. La única excepción es la Gracia”. Fragmento de "La gravedad y la gracia".

Para poder entender la actuación de la gracia en el individuo, este tiene que ser capaz de desposeerse de todas sus potencias naturales indiferentes y revestirse de sus potencias bondadosas.

  • Para hacer el bien el ser humano tiene que despojarse de los prestigios naturales, en ese momento el individuo es despreciado en lo natural y apreciado en lo sobrenatural.
  • La actitud de autodesaprecio que los santos derraman sobre sus potencias naturales, hace que pierdan prestigio ante los meritos mundanales y las mas de las veces algunos corifeos humanos naturales los maltratan, pero así consiguen ellos enterarse de cómo la Divina Gracia actúa en ellos y en torno a sus semejantes.

En todos los individuos hay una parte extranatural capaz de enfrentarse y resistir a cierta cantidad de padecimientos sobrevenidos por el desprestigio natural.

  • Esa parte luminosa procede de lo Divino, es una porción de la materia sagrada que se incrusta en cada persona haciendo que su individualidad sea especialmente individual para elaborar bondades.
  • El individuo camina hacia el universo innatural divino cuando se despoja de todo su ser natural. “El vacío es la plenitud suprema, pero el hombre no tiene derecho de saberlo. Cristo mismo lo ignoró completamente en un momento”. Fragmento de "La gravedad y la gracia".

Cuando toda la humanidad maldice a un individuo y este resiste a toda la desestima que proyecta sobre él toda la naturaleza.

  • En ese momento él será materia Divina ajena a lo natural y contendrá materia Divina dominadora de las rígidas leyes naturales indiferentes al bien.
  • Siendo este individuo resistente a toda la rigidez de todo el universo natural, ese individuo tiene que ser Dios hecho hombre cuya pasión, muerte y resurrección derrama todas las bondades eternas que el individuo recibe para toda la eternidad.
  • Es evidente que este individuo resistente es el Cristo católico tal como lo describe Simone Weil. “La extremada grandeza del cristianismo proviene de que no busca un remedio sobrenatural para el sufrimiento, sino un uso sobrenatural del sufrimiento.” Fragmento de "La gravedad y la gracia".

Ella fue una singular mujer, extremadamente innatural, sumamente bondadosa y sumamente desprestigiada por los honores del mundo.

Que El Señor la sostenga en su regazo por siempre jamás. Talmud tehilim.

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